TIC: Acceso pleno no implica buen uso.
Introducción
Mucho se
habla hoy sobre la incorporación de la tecnología en las aulas, más
específicamente, de las Tecnologías de información y comunicación. Diferentes
posturas alegan pros y contras de su uso, pero seguramente muchas de ellas se
plantean los mismos interrogantes: ¿Cuál es el sentido de incorporar las TIC en
la escuela? ¿Cómo ayudará la tecnología a que los alumnos aprendan mejor y los
docentes enseñen más significativamente? ¿Qué capacidades debo adquirir para
utilizar las tecnologías en mi clase?
A menudo,
los docentes tienen miedo de esta incorporación, y a pesar de tener todos los
recursos a su disposición, no logran establecer las oportunidades para explotar
al máximo el potencial innovador de las TIC.
Desarrollo
La Tecnología Educativa es un campo de
conocimiento que surge en 1950 en Estados Unidos, y que generó una gran
controversia respecto de su sentido y su valor dentro de la educación.Cuando
las nuevas tecnologías se incorporan al campo educativo, muchos docentes
pensaron que se convertirían en el camino más rápido y efectivo para solucionar
todos, o por lo menos gran parte de los problemas existentes en dicho campo.
En 1980, las bases teóricas que habían sido el
sustento de programas y proyectos de trabajo, e incluso de estrategias para el
uso de estos medios, fueron reemplazados por derivaciones más discretasacerca
de sus efectos en la educación formal.
Aun hoy, existen diferentes posturas respecto
de esto, pero, definir los efectos benéficos de las TIC en la educación, no es
tarea fácil, puesto que muchas veces se espera que, al tener acceso a las TIC
éstas actúen por sí solas, una suerte de
magia, pero esto no sucederá, sino que a nosotros como docentes nos corresponde
establecer las condiciones para que estas tecnologías sean, efectivamente, un
beneficio para los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Pues bien, existe un desfasaje entre las altas
expectativas de cambio y mejora de la educación por estas tecnologías y lo que
realmente sucede con ellas. Es por ello que para algunos, se pone en tela de
juicio el potencial de las Tic, que se supone, reside en su capacidad de
transformar y mejorar la educación.
En el marco de la llamada Sociedad de la Información, y con el objetivo de construir una
economía basada en el conocimiento, por lo general, las TIC se presentan como
instrumentos para promover el aprendizaje tanto desde un punto de vista
cuantitativo como cualitativo.
Estas tecnologías suprimen barreras espaciales
y temporales, haciendo posible que más personas accedan a la educación y
formación, y conforman nuevos recursos y posibilidades educativas.
Si bien la incorporación de las TIC modifica
las prácticas educativas, aún es difícil establecer relaciones causales entre
su utilización y la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje; ya que
esa relación estará siempre articulada por los diversos factores que conforman
las prácticas educativas.
Por otro lado, la incorporación de las TIC a la educación está lejos de un panorama
homogéneo, y por lo tanto sus efectos benéficos en la enseñanza distan de estar
generalizados,entre otras razones por que en la mayoría de los contextos las
posibilidades de acceso y el uso de las tecnologías son limitadas.
Sin
embargo, el mencionado desfasaje entre las expectativas y realidades no puede
atribuirse solamente a los problemas de acceso. A veces se dispone de
equipamiento e infraestructura que garantizan el acceso a las TIC, pero los
profesores y alumnos hacen uso restringido y poco innovador de éstas. Las
condiciones que posibilitan la puesta en marcha de procesos de innovación,
inciden sobre el mayor o menor éxito de estos procesos. Por lo tanto, la manera
en que los protagonistas del acto educativo se apropian de las TIC y las integran en las actividades de enseñanza y
aprendizaje es un factor importante, así como el nivel de dominio de los
profesores y alumnos sobre las TIC. Esto hace referencia al hecho de que
en general, a pesar de tener garantizado
el acceso, se usan poco, o con fines muy básicos,como la búsqueda de
información o el tipeo de textos. Esto nos lleva a lo que se mencionó en un
principio: las tecnologías no son mágicas, no actúan por sí solas para mejorar
las prácticas educativas, su incorporación en sí, no es un factor innovador, la
innovación está en lo que hacemos con ellas, en el uso que se les da, el cual
debería ir más allá de utilizarlas como simples reforzadores, cuando hablamos
de innovar con las TIC, no nos referimos a hacer lo mismo pero mejor, sino a hacer cosas diferentes,a impulsar nuevas formas
de enseñar y de aprender.
Aprender y enseñar en la cultura digital no es
tarea fácil, y como todo nuevo planteo, conlleva desafíos, dos esenciales en
este caso:
-El desafío de las desigualdades: el acceso a
las TIC no es generalizado, no todos los espacios educativos tienen disponibles
las condiciones o el equipamiento requerido.
- El desafío de la innovación y la calidad:
apunta a enseñar significativamente y a aprender mejor. Enseñar cosas nuevas de
maneras diferentes, en nuevos formatos institucionales.
Conclusión
Incorporar las nuevas tecnologías a la
educación no tendrá los efectos benéficos que se esperan si los docentes no
encuentran la manera de innovar en su uso, de ir más allá de esa incorporación.
Una educación de calidad, implica conocimientos e imaginación, para hacer cosas
completamentediferentes, de maneras diversas, por lo tanto los beneficios
positivos que se buscan con las TIC, sólo serán reales si se logra la
combinación justa entre el acceso y el uso que se le da a estas nuevas
tecnologías.
La magia, no está en enseñar contenidos a
través de las TIC, sino en enseñar TIC a través de diversos contenidos.
Bibliografía:
-Buckingham, David. Más allá de la tecnología aprendizaje infantil en la era de la cultura
digital. Buenos Aires. Manantial, 2008.
-Coll, César.
Los desafíos de las TIC para el cambio educativo. España. Fundación
Santillana.
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