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miércoles, 4 de mayo de 2016

¿Ciencias Naturales en el Jardín? Sí se puede!

Tradicionalmente se pensaba en la ciencia como un conjunto de verdades absolutas y acabadas, en la cual los responsables de su avance y descubrimientos trabajaban de manera individual siguiendo estrictamente los pasos del método científico, limitándose su alcance a algo que se trataba meramente dentro un laboratorio, y a lo cual accedían sólo alguno pocos “genios” de alto coeficiente y alfabetizados científicamente. Sin embargo en la actualidad esa concepción de la ciencia ya no es acertada.
Actualmente es evidente  que la ciencia está en constante cambio, es dinámica y además esta va de la mano con la tecnología, por lo que podemos considerar que estamos rodeados de ciencia, los teléfonos, las computadoras, los medicamentos, todo conlleva ciencia y tecnología en su producción.  Al ser dinámica, nos referimos a que no hay saberes acabados ni verdades absolutas, sino que un saber se considera verdadero sólo hasta que aparezca otro que pueda refutarlo, confirmarlo, o modificarlo, pero siempre será considerado un saber provisorio. Así mismo, somos testigos de que estos avances científico-tecnológicos nunca son obra de un solo individuo, sino que es necesario el trabajo en equipo de manera que los conocimientos puedan ser puestos en conflicto y a partir de esto reconstruidos una y otra vez.
Ahora bien, si nos adentramos en la materia que nos compete, considerando lo mencionado al principio, podríamos asegurar que tiempo atrás era inconcebible la idea de enseñar ciencias en el Nivel Inicial. En este caso nos avocaremos específicamente en las Ciencias Naturales.
Es sabido que nos encontramos rodeados de prejuicios respecto al tema de la enseñanza en el N.I, más específicamente a qué se enseña en este nivel. Pues muchas personas aún hoy sostienen el errado pensamiento que asegura que los niños van al jardín a pasar el rato, a hacer amigos, a jugar. Los docentes de N.I sabemos que esto no es así. Si bien este nivel se caracteriza por un fuerte componente lúdico, este es sólo un medio para enriquecer los conocimientos de los alumnos. Se cree también que por la corta edad de los niños no sería posible que estos pudieran comprender “la ciencia”. En primer lugar se debe aclarar que la ciencia que llevamos al jardín, no es “la ciencia de los científicos”, sino es una ciencia escolar, es decir que no pretendemos que los alumnos  aprendan esos conocimientos de la manera que fueron planteados por la comunidad científica, sino que les presentamos a través de diferentes estrategias, recursos y medios esos conocimientos en un ambiente  contextualizado, más cercano a su realidad inmediata. Segundo, es completamente lo contrario, ya que mientras más pequeños son los niños, más posibilidades de modificar sus estructuras cognitivas, el jardín es el primer lugar donde tendrán contacto con conocimientos estructurados intencionalmente para integrarlos a la sociedad a la que pertenecen.  Haciendo referencia a esto las autoras Gongalvez, Segura Y Mosquera aseguran “La iniciación en las ciencias debe comenzar lo antes posible. Nunca en muy temprano para empezar a comprender el de las mundo”. (Didáctica de las Ciencias Naturales en el Nivel Inicial, 2010)
Desde una perspectiva actual sobre la enseñanza de las ciencias en N.I,se debe partir de los saberes que los niños ya poseen, ir desde lo cotidiano a los más específico y avanzar así hacia los más cercano al saber científico. Hoy ya no se considera a los más pequeños cómo una tabula rasa, se conoce que llegan al jardín con conocimientos previos que el docente debe retomar y nunca desvalorizarlos. Ahora bien esos saberes previos no serán tomados como errores, si no como punto de partida para avanzar. El docente debe convertirse entonces en mediador entre el aprendizaje y el alumno,  a través de diversas estrategias cuidadosamente planificadas deberá propiciar que el alumno pueda formular preguntas  e hipótesis, explorar, experimentar, buscar información y organizarla, discutir y reflexionar de manera activa y crítica acerca de sus conocimientos, a fin de modificarlos o complementarlos.  Desde esta perspectiva, el niño tiene una visión global del medio, por lo cual la enseñanza debe darse de manera integral, atendiendo tanto a los contenidos como a otros aspectos como el desarrollo de competencias y actitudes. En este marco es necesario acompañar la enseñanza de la ciencia escolar con la alfabetización científica, entiéndase esta como la obtención de medios confiables que nos brinden información actualizada para comprender e interactuar con el mundo.

Los Lineamientos Curriculares  de la provincia de Entre Rios plantean que
  “La tarea de todo educador es aprovechar esa curiosidad innata y encauzarla por medio de la actividad exploratoria, para que los pequeños constaten ciertas regularidades y construyan verdaderas teorías acerca de los objetos y fenómenos del entorno”.

De este fragmento se desprende la idea de que los conceptos previos de los niños deben utilizarse como punto de partida, utilizarlos a favor de los objetivos que se plantean, que cada pregunta que hacen, cada inquietud que surja puede ser un disparador para llegar a algo más grande.
Más adelante prosigue: 
“Pero, el mundo en que vivimos está en constante cambio. Los diversos aspectos del medio natural,social y tecnológico varían en el tiempo. Este entorno influye en los pequeños, produce efectos y modifica conductas.
Las ideas que los niños y niñas van construyendo acerca de ese mundo también cambian, se modifican y se hacen más complejas en la medida en que van logrando mayores posibilidades de comprensión y en la medida en que puedan participar de experiencias, observaciones, reflexiones y preguntas vinculadas con su entorno.
Las ciencias cambian porque la realidad cambia...”[1]  (Pp. 162)

Al enseñar Ciencias naturales en el N.I, se debe dejar una puerta abierta a la reflexión, y a la crítica, para que en el transcurso de su infancia los niños vallan complejizando cada vez más y más sus hipótesis, y puedan emprender que la realidad es compleja y cambia, y que cada cambio influye en su entorno y sus vidas, y de que manera lo hace. De esta manera comenzarán a comprender y valorar el ambiente en general, la vida que lo habita, y hasta sus propios cuerpos.


























Bibliografía



·         Congalves, Susana; Segura, Andrea; Mosquera, Marcela “Didáctica de las Ciencias Naturales en el Nivel Inicial”. Cap.2 “¿Para qué enseñar Ciencias?”. Bonum.2010

·         Furman, Melina; Podestá Ma. Eugenia “La aventura de enseñar Ciencias Naturales”.Cap. 1: Las Ciencias Naturales como producto y proceso: la enseñanza por indagación”. Pp. 52-58. Aique. 2010


·         García, Mirta; Dominguez, Rita “El Nivel Inicial i la enseñanza de ñas Ciencias Naturales”.Cap.1. Pp. 15-18.Homo Sapiens

·         Gobierno de Entre Ríos. Consejo General de Educación (2008) Lineamientos Curriculares para la educación Inicial. Entre Ríos: Fundación ARCOR.



[1] Ver:  Gobierno de Entre Ríos. Consejo General de Educación (2008) Lineamientos Curriculares para la educación Inicial. Entre Ríos: Fundación ARCOR

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