Tradicionalmente
se pensaba en la ciencia como un conjunto de verdades absolutas y acabadas, en
la cual los responsables de su avance y descubrimientos trabajaban de manera
individual siguiendo estrictamente los pasos del método científico, limitándose
su alcance a algo que se trataba meramente dentro un laboratorio, y a lo cual
accedían sólo alguno pocos “genios” de alto coeficiente y alfabetizados
científicamente. Sin embargo en la actualidad esa concepción de la ciencia ya
no es acertada.
Actualmente es evidente que la ciencia está en constante cambio, es
dinámica y además esta va de la mano con la tecnología, por lo que podemos
considerar que estamos rodeados de ciencia, los teléfonos, las computadoras,
los medicamentos, todo conlleva ciencia y tecnología en su producción. Al ser dinámica, nos referimos a que no hay
saberes acabados ni verdades absolutas, sino que un saber se considera
verdadero sólo hasta que aparezca otro que pueda refutarlo, confirmarlo, o
modificarlo, pero siempre será considerado un saber provisorio. Así mismo,
somos testigos de que estos avances científico-tecnológicos nunca son obra de
un solo individuo, sino que es necesario el trabajo en equipo de manera que los
conocimientos puedan ser puestos en conflicto y a partir de esto reconstruidos
una y otra vez.
Ahora bien, si
nos adentramos en la materia que nos compete, considerando lo mencionado al
principio, podríamos asegurar que tiempo atrás era inconcebible la idea de
enseñar ciencias en el Nivel Inicial. En este caso nos avocaremos
específicamente en las Ciencias Naturales.
Es sabido que
nos encontramos rodeados de prejuicios respecto al tema de la enseñanza en el
N.I, más específicamente a qué se enseña en este nivel. Pues muchas personas
aún hoy sostienen el errado pensamiento que asegura que los niños van al jardín
a pasar el rato, a hacer amigos, a jugar. Los docentes de N.I sabemos que esto
no es así. Si bien este nivel se caracteriza por un fuerte componente lúdico,
este es sólo un medio para enriquecer los conocimientos de los alumnos. Se cree
también que por la corta edad de los niños no sería posible que estos pudieran
comprender “la ciencia”. En primer lugar se debe aclarar que la ciencia que
llevamos al jardín, no es “la ciencia de los científicos”, sino es una ciencia
escolar, es decir que no pretendemos que los alumnos aprendan esos conocimientos de la manera que
fueron planteados por la comunidad científica, sino que les presentamos a
través de diferentes estrategias, recursos y medios esos conocimientos en un
ambiente contextualizado, más cercano a
su realidad inmediata. Segundo, es completamente lo contrario, ya que mientras
más pequeños son los niños, más posibilidades de modificar sus estructuras cognitivas,
el jardín es el primer lugar donde tendrán contacto con conocimientos
estructurados intencionalmente para integrarlos a la sociedad a la que
pertenecen. Haciendo referencia a esto
las autoras Gongalvez, Segura Y Mosquera aseguran “La iniciación en las
ciencias debe comenzar lo antes posible. Nunca en muy temprano para empezar a
comprender el de las mundo”. (Didáctica de las Ciencias Naturales en el Nivel
Inicial, 2010)
Desde una
perspectiva actual sobre la enseñanza de las ciencias en N.I,se debe partir de
los saberes que los niños ya poseen, ir desde lo cotidiano a los más específico
y avanzar así hacia los más cercano al saber científico. Hoy ya no se considera
a los más pequeños cómo una tabula rasa, se conoce que llegan al jardín con
conocimientos previos que el docente debe retomar y nunca desvalorizarlos.
Ahora bien esos saberes previos no serán tomados como errores, si no como punto
de partida para avanzar. El docente debe convertirse entonces en mediador entre
el aprendizaje y el alumno, a través de
diversas estrategias cuidadosamente planificadas deberá propiciar que el alumno
pueda formular preguntas e hipótesis,
explorar, experimentar, buscar información y organizarla, discutir y
reflexionar de manera activa y crítica acerca de sus conocimientos, a fin de
modificarlos o complementarlos. Desde
esta perspectiva, el niño tiene una visión global del medio, por lo cual la
enseñanza debe darse de manera integral, atendiendo tanto a los contenidos como
a otros aspectos como el desarrollo de competencias y actitudes. En este marco
es necesario acompañar la enseñanza de la ciencia escolar con la alfabetización
científica, entiéndase esta como la obtención de medios confiables que nos
brinden información actualizada para comprender e interactuar con el mundo.
Los Lineamientos
Curriculares de la provincia de Entre
Rios plantean que
“La tarea de todo educador es aprovechar esa curiosidad innata y
encauzarla por medio de la actividad exploratoria, para que los pequeños
constaten ciertas regularidades y construyan verdaderas teorías acerca de los
objetos y fenómenos del entorno”.
De este
fragmento se desprende la idea de que los conceptos previos de los niños deben
utilizarse como punto de partida, utilizarlos a favor de los objetivos que se
plantean, que cada pregunta que hacen, cada inquietud que surja puede ser un
disparador para llegar a algo más grande.
Más adelante
prosigue:
“Pero, el mundo en que vivimos está
en constante cambio. Los diversos aspectos del medio natural,social y
tecnológico varían en el tiempo. Este entorno influye en los pequeños, produce
efectos y modifica conductas.
Las ideas que los niños y niñas van
construyendo acerca de ese mundo también cambian, se modifican y se hacen más
complejas en la medida en que van logrando mayores posibilidades de comprensión
y en la medida en que puedan participar de experiencias, observaciones,
reflexiones y preguntas vinculadas con su entorno.
Las ciencias cambian porque la
realidad cambia...”[1] (Pp. 162)
Al enseñar Ciencias naturales en el
N.I, se debe dejar una puerta abierta a la reflexión, y a la crítica, para que
en el transcurso de su infancia los niños vallan complejizando cada vez más y
más sus hipótesis, y puedan emprender que la realidad es compleja y cambia, y
que cada cambio influye en su entorno y sus vidas, y de que manera lo hace. De
esta manera comenzarán a comprender y valorar el ambiente en general, la vida
que lo habita, y hasta sus propios cuerpos.
Bibliografía
·
Congalves, Susana; Segura, Andrea; Mosquera,
Marcela “Didáctica de las Ciencias Naturales en el Nivel Inicial”. Cap.2 “¿Para
qué enseñar Ciencias?”. Bonum.2010
·
Furman, Melina; Podestá Ma. Eugenia “La aventura
de enseñar Ciencias Naturales”.Cap. 1: Las Ciencias Naturales como producto y
proceso: la enseñanza por indagación”. Pp. 52-58. Aique. 2010
·
García, Mirta; Dominguez, Rita “El Nivel Inicial
i la enseñanza de ñas Ciencias Naturales”.Cap.1. Pp. 15-18.Homo Sapiens
·
Gobierno de Entre Ríos. Consejo General de
Educación (2008) Lineamientos Curriculares para la educación Inicial. Entre
Ríos: Fundación ARCOR.
[1]
Ver: Gobierno de Entre Ríos. Consejo
General de Educación (2008) Lineamientos Curriculares para la educación
Inicial. Entre Ríos: Fundación ARCOR